Absceso epidural espinal
Solicite una citaUn absceso epidural es una infección poco frecuente pero grave que se produce en el espacio epidural de la médula espinal, la región entre la membrana externa del cerebro y la médula espinal (duramadre) y el cráneo o los huesos de la columna.
Los síntomas reveladores de un absceso epidural espinal incluyen dolor intenso en la parte media de la espalda, fiebre y déficits neurológicos, como entumecimiento de brazos y piernas.
Si no se trata, esta afección puede agravarse hasta convertirse en una situación potencialmente mortal, con la posibilidad de que la infección se propague a otras partes del cuerpo, incluido el torrente sanguíneo.
Tipos de abscesos epidurales
Los abscesos epidurales se forman en dos lugares: la médula espinal y el cráneo. Se clasifican en función de su ubicación, y tienen características similares. Los dos tipos incluyen:
- El absceso epidural intracraneal es una infección menos frecuente que se forma dentro del cráneo, cerca del cerebro.
- El absceso epidural espinal es el tipo más común y representa aproximadamente el 80 % de los casos. Por lo general, se forma en la parte baja de la espalda (columna lumbar), pero puede ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral.
Ambos tipos de abscesos epidurales consisten en acumulación de pus y una infección que ejerce presión sobre los nervios y las membranas, lo que puede causar daño al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
Los médicos utilizan los mismos procedimientos de diagnóstico y tratamiento para ambos tipos de abscesos. La única distinción es dónde se encuentra el absceso.
Cómo están protegidos la médula espinal y el cerebro
Las capas protectoras llamadas “meninges” envuelven y amortiguan el cerebro y la médula espinal.
Son fundamentales para:
- Formar una barrera física para combatir infecciones.
- Promover el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR).
- Facilitar el suministro de sangre, nutrientes y oxígeno fundamentales para el cerebro y la médula espinal.
Causas y factores de riesgo de un absceso epidural
Los abscesos epidurales, aunque poco frecuentes, pueden tener consecuencias graves si no se tratan. Comprender las posibles causas y los factores de riesgo es vital para la detección temprana y el tratamiento médico oportuno.
The primary cause of abscess on the spine is bacterial infection, or spine infection. Aunque son mucho menos comunes, las infecciones por hongos o incluso las infecciones parasitarias también pueden causar abscesos epidurales. En algunos casos, la fuente específica de la infección permanece sin identificar.
El riesgo de sufrir un absceso espinal aumenta si usted tiene:
- Una infección, por ejemplo, una infección en la columna vertebral, los discos intervertebrales (espondilodiscitis) o las áreas circundantes.
- Una infección que se propaga a través de la sangre.
- Un sistema inmunitario debilitado.
- Cirugía reciente o procedimientos de columna, como inyecciones o colocación de catéteres.
- Diabetes o enfermedad autoinmune.
Otros factores, como el uso de drogas intravenosas, la edad y el embarazo, también pueden aumentar el riesgo de infecciones y de un absceso epidural espinal.
Síntomas de un absceso epidural
Reconocer los síntomas a tiempo es crucial para prevenir complicaciones potencialmente mortales. Los signos de alerta más comunes son fiebre y escalofríos, fatiga y pérdida del apetito.
Los síntomas específicos pueden variar según la ubicación y la gravedad del absceso. Los síntomas de un absceso epidural espinal incluyen:
- Dolor de espalda intenso
- Sensibilidad en la columna vertebral
- Dolor que se irradia hacia las piernas
- Entumecimiento, hormigueo, debilidad o dificultad para mover los brazos o las piernas
- Disfunción de la vejiga o el intestino
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Convulsiones
No todas las personas con un absceso epidural experimentarán todos estos síntomas. Sin embargo, cualquier combinación de estos signos, especialmente junto con fiebre o dolor de espalda intenso, justifica buscar atención médica de inmediato.
Llame a un proveedor de Aurora de inmediato si tiene estos síntomas.
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Diagnóstico de un absceso epidural
El diagnóstico temprano de un absceso epidural espinal puede marcar una diferencia en sus resultados. El proveedor de Aurora le hará un examen físico y evaluará cuidadosamente sus síntomas e historia clínica.
Pedirá análisis de sangre para buscar marcadores de una infección, que incluyen glóbulos blancos elevados y niveles altos de proteínas en sangre.
Una resonancia magnética o una tomografía computarizada también son una herramienta eficaz que el proveedor puede utilizar para ver el área afectada en detalle y detectar cualquier infección o inflamación en la médula espinal.
En casos poco frecuentes, puede ser necesaria una punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo (LCR) que rodea el cerebro y la médula espinal. Esta prueba ayuda a descartar otras afecciones infecciosas o inflamatorias del sistema nervioso central.
Tratamiento de un absceso epidural
El tratamiento de un absceso epidural es fundamental y urgente, ya que la infección puede causar daños neurológicos significativos si no se trata. También puede requerir hospitalización de emergencia dependiendo de la gravedad.
Los antibióticos son la piedra angular del tratamiento para casi todos los abscesos epidurales. Los antibióticos generalmente se administran por vía intravenosa. El antibiótico utilizado depende del tipo de bacteria y de la gravedad del absceso de la médula espinal.
En algunos casos, se requiere cirugía para drenar el pus y aliviar la presión sobre la médula espinal o los nervios.
El proveedor puede recetarle analgésicos para controlar el dolor intenso que a menudo se asocia con un absceso epidural.
Complicaciones de un absceso epidural
Un absceso epidural, aunque poco frecuente, puede tener complicaciones a largo plazo si no se trata oportunamente, que incluyen:
- Parálisis
- Pérdida de sensibilidad debido a compresión de los nervios
- Pérdida de control de la vejiga o el intestino
- Dolor crónico
- Meningitis
- Absceso cerebral
- Movilidad reducida
El diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para minimizar el riesgo de complicaciones y mejorar los resultados de un absceso epidural.
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