Meningitis

La meningitis es una afección médica grave caracterizada por la inflamación de las membranas (meninges) y el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. Estas membranas desempeñan un papel vital en la protección del sistema nervioso central.

La meningitis es una emergencia médica y potencialmente mortal en 24 horas. Llame al 911 de inmediato si usted o alguien que conoce tiene síntomas de meningitis.

Tipos de meningitis

La meningitis se manifiesta de diversas formas y se identifica por la causa subyacente de la inflamación. Comprender el origen de la inflamación es fundamental para hacer un diagnóstico preciso y obtener el tratamiento adecuado.

El proceso inflamatorio surge de factores como bacterias, virus, hongos o parásitos. Esta inflamación provoca una serie de síntomas, que van de leves a graves, y puede causar complicaciones potencialmente mortales si no se identifica y aborda rápidamente.

Los principales tipos de meningitis incluyen:

• Meningitis bacteriana: Esta es la forma más grave de meningitis y puede causar la muerte. Es causada por bacterias, como Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis, que causan infecciones meningocócicas. Aplicarse la vacuna antineumocócica (neumonía) y la vacuna contra la meningitis puede reducir su riesgo.
• Meningitis viral: Este es el tipo de meningitis más frecuente en el mundo, y suele ser leve en comparación con la meningitis bacteriana. Es causada por un virus, como la polio o la hepatitis A.
• Meningitis fúngica: Esta es una forma poco frecuente de meningitis causada por la inhalación de esporas fúngicas.
• Meningitis parasitaria: Este es un tipo poco frecuente causado por parásitos

La mejor manera de prevenir la meningitis es mediante la vacunación y las buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas enfermas.

¿Cómo se contrae la meningitis?

Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar meningitis, entre ellos la edad, la historia clínica o no estar vacunado.

Es importante conocer sus factores de riesgo, ya que pueden ayudar al médico a identificar si usted tiene mayor riesgo de desarrollar meningitis.

Los factores de riesgo clave para la meningitis incluyen:

• Edad
• Contacto cercano con alguien que tiene meningitis
• Vivir en espacios reducidos, como dormitorios universitarios o cuarteles militares
• No estar vacunado
• Embarazo
• Viajar a zonas de alto riesgo
• Sistema inmunitario debilitado

Comprender sus factores de riesgo puede ayudarlo a tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer meningitis.

Complicaciones de la meningitis

Si no se diagnostica y trata a tiempo, la meningitis, especialmente la meningitis bacteriana, puede provocar complicaciones graves que pueden tener efectos a largo plazo en su salud, incluida la muerte.

Las posibles complicaciones de la meningitis incluyen:

• Ansiedad y depresión
• Coágulos de sangre en las extremidades, que podrían requerir amputación
• Daño cerebral
• Demoras en el desarrollo en los lactantes
• Pérdida de audición
• Desequilibrios hormonales
• Insuficiencia renal
• Convulsiones
• Septicemia (infección de la sangre)
• Problemas con la función motriz, incluidos el equilibrio y la coordinación
• Problemas de visión, incluida la ceguera

Esté atento a posibles complicaciones si ha tenido meningitis y avísele al proveedor para que las aborde de inmediato.

Diagnóstico de meningitis

El neuroespecialista de Aurora Health Care le hará un examen físico, revisará su historia clínica y le preguntará acerca de sus síntomas. También puede preguntarle sobre viajes recientes y si ha estado cerca de alguien con la enfermedad.

Parte del examen físico puede incluir la búsqueda de signos de infección a lo largo de la médula espinal, en los oídos, la garganta y la piel.

Si el proveedor cree que puede tener meningitis, es posible que solicite pruebas de diagnóstico, como análisis de sangre, una punción lumbar (punción raquídea) o pruebas por imágenes digitales (tomografía computarizada o resonancia magnética).

Obtener un diagnóstico temprano es vital para recibir un tratamiento eficaz, especialmente en los casos de meningitis bacteriana, que pueden progresar rápidamente.

Tratamientos para la meningitis

El tratamiento de la meningitis depende de la causa específica (bacteriana, viral o fúngica) y de la gravedad de la infección. La atención médica inmediata es fundamental para prevenir complicaciones adicionales y mejorar los resultados.

Para la meningitis bacteriana, el tratamiento con antibióticos es imperativo. La selección de los antibióticos depende de la bacteria específica responsable de la infección. Los casos graves pueden requerir hospitalización para una vigilancia estrecha y administración intravenosa (IV) de antibióticos.

Los antibióticos no son eficaces contra la meningitis viral. Aunque la mayoría de los casos se resuelven por sí solos, se pueden recetar medicamentos antivirales para causas virales graves, como el virus del herpes simple.

Para aliviar el dolor, el médico puede sugerirle medicamentos de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol. En ciertos casos, se pueden recetar corticoesteroides para ayudar a reducir la inflamación.

Para reducir el riesgo de meningitis, lo más recomendable son las medidas preventivas, como vacunarse, practicar una buena higiene y evitar o usar una mascarilla en entornos como eventos concurridos o viajes al extranjero.