Infecciones en la columna vertebral
Solicite una citaLas infecciones de la médula espinal son exactamente lo que su nombre indica: infecciones que ocurren en la médula espinal. Si bien las infecciones de la médula espinal son poco frecuentes, pueden ser destructivas cuando ocurren si no recibe atención médica inmediata.
En Aurora Health Care, nuestro equipo experto en atención de la médula espinal utiliza los últimos tratamientos y pruebas de diagnóstico para tratar rápidamente las infecciones de la médula espinal.
Causas de las infecciones de la médula espinal
Hay varias causas de las infecciones de la médula espinal. Pueden ocurrir como resultado de bacterias u hongos que ingresan a la médula espinal por diversos medios, como una infección de la sangre, una lesión directa o un traumatismo en la médula espinal, una infección después de una cirugía previa o incluso desde tejidos cercanos infectados.
Cuando una infección se propaga a la médula espinal, puede debilitar los huesos y hacer que colapsen y presionen contra la médula espinal. Una infección de la médula espinal no tratada puede hacer que las vértebras deformadas se fusionen, presionen las raíces nerviosas y provoquen un dolor constante a medida que empeora.
Es importante tener en cuenta que, si bien las infecciones de la médula espinal pueden ser graves, son poco frecuentes en comparación con otros tipos de infecciones. Sin embargo, la detección temprana y el tratamiento adecuado son necesarios para prevenir complicaciones adicionales.
Factores de riesgo de las infecciones de la médula espinal
Es más probable que tenga una infección de la médula espinal si tiene uno de los siguientes factores de riesgo:
- Un sistema inmunitario comprometido
- Enfermedades autoinmunes
- Cáncer
- Diabetes
- VIH/SIDA
- Uso de drogas intravenosas
- Uso prolongado de esteroides
- Trasplantes de órganos
Tipos de infecciones de la médula espinal y sus características
Hay diferentes tipos de infecciones de la médula espinal, como discitis, osteomielitis vertebral y absceso epidural. Cada tipo tiene sus propias características y enfoques de tratamiento.
Las infecciones de la médula espinal se pueden clasificar ampliamente en infecciones bacterianas, fúngicas y virales. Además, existen afecciones inflamatorias que no acompañan a una infección y que pueden imitar los síntomas de las infecciones de la médula espinal.
Los tipos de infecciones de la médula espinal incluyen:
- Infecciones bacterianas de la médula espinal: Este tipo de infección de la médula espinal suele ser causada por bacterias, más comúnmente Staphylococcus y E-coli. Las bacterias ingresan a la médula espinal por diversos medios, como una infección del torrente sanguíneo o la contaminación directa durante la cirugía. Estas infecciones suelen manifestarse como discitis (inflamación de los discos entre las vértebras), osteomielitis vertebral (infección de los huesos) o abscesos epidurales (acumulación de pus en el espacio epidural).
- Infecciones fúngicas de la médula espinal: Aunque es menos común que las bacterianas, este tipo de infección puede ocurrir en personas con sistemas inmunitarios debilitados o que se han sometido a procedimientos invasivos. Hongos como Candida o Aspergillus pueden invadir la médula espinal y causar afecciones como discitis fúngica u osteomielitis vertebral.
- Infecciones virales de la médula espinal: Este tipo de infección de la médula espinal es poco frecuente, pero aun así puede presentar riesgos importantes para la salud. Virus como el virus del herpes simple (VHS) o el virus varicela-zóster (VVZ) pueden provocar afecciones como meningitis o radiculitis, que afectan los nervios que rodean la médula espinal.
No todas las afecciones que imitan una infección de la médula son de naturaleza infecciosa. Las afecciones inflamatorias no infecciosas o los trastornos autoinmunes pueden presentar síntomas similares a los observados en las infecciones de la médula espinal.
Se necesita un diagnóstico preciso mediante una evaluación médica exhaustiva y pruebas de diagnóstico para diferenciar entre causas infecciosas y no infecciosas.
Síntomas y signos de infecciones de la médula espinal
Comprender los signos asociados con las infecciones de la médula espinal puede ayudar al proveedor a brindarle la atención adecuada.
Los síntomas de las infecciones de la médula espinal pueden variar según el tipo y la gravedad de la infección. Los síntomas comunes incluyen:
- Dolor de espalda persistente que empeora con el tiempo, especialmente por la noche o al moverse
- Fiebre y escalofríos
- Cansancio
- Pérdida del apetito
- Pérdida de peso
- Rigidez en el cuello o la espalda
Busque atención médica de inmediato si experimenta:
- Dolor intenso que limita las actividades cotidianas o altera el sueño
- Déficits neurológicos, como debilidad o entumecimiento en las extremidades
- Disfunción del intestino o la vejiga
- Fiebre inexplicable acompañada de dolor de espalda
- Antecedentes recientes de infección o cirugía cerca de la médula espinal
- Un sistema inmunitario comprometido
Identificar estos síntomas y reconocer los signos puede ayudar en el diagnóstico temprano y la intervención oportuna para las infecciones de la médula espinal. La atención médica inmediata es fundamental para prevenir complicaciones adicionales y garantizar resultados óptimos para los pacientes.
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Diagnóstico de las infecciones de la médula espinal
El diagnóstico de las infecciones de la médula espinal requiere un enfoque integral que involucra diversas pruebas y procedimientos.
El proveedor le hará un examen físico, analizará sus síntomas y repasará su historia clínica. Si cree que usted tiene una infección de la médula espinal, empleará una variedad de pruebas de diagnóstico para identificar con precisión el tipo de infección de la médula espinal y desarrollar un plan de tratamiento.
Las pruebas por imágenes juegan un papel fundamental en el diagnóstico de las infecciones de la médula espinal. Pruebas como las radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas brindan imágenes detalladas de la médula espinal, lo que le permite al proveedor ver cualquier anomalía o signo de infección.
Además de las pruebas por imágenes, se pueden hacer análisis de sangre o una punción lumbar. Una punción lumbar consiste en recolectar líquido cefalorraquídeo (LCR) de la parte baja de la espalda (columna lumbar) a través de una aguja. Luego, el líquido recolectado se analiza en busca de signos de infección, como un recuento elevado de glóbulos blancos o la presencia de bacterias u hongos.
Opciones de tratamiento para las infecciones de la médula espinal
Las opciones de tratamiento para las infecciones de la médula espinal generalmente incluyen una combinación de antibióticos y procedimientos quirúrgicos.
A menudo se recetan medicamentos para tratar las infecciones de la médula espinal; sin embargo, no es un enfoque único para todos los casos.
Los antibióticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de las infecciones de la médula espinal causadas por bacterias, pero no funcionan con las infecciones virales o fúngicas. La elección específica de antibióticos dependerá del tipo de infección y bacteria.
Las infecciones virales de la médula espinal se tratan con medicamentos antivirales, mientras que las infecciones causadas por hongos se tratan con medicamentos antimicóticos.
En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para tratar las infecciones de la médula espinal graves o persistentes. Los procedimientos quirúrgicos tienen como objetivo eliminar el tejido infectado, drenar abscesos, estabilizar la médula espinal y promover la curación.
Es fundamental consultar al proveedor para identificar el tipo de infección a fin de que pueda desarrollar un plan de tratamiento adecuado para la infección de la médula espinal.
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