Síntomas y tratamiento del cáncer neurológico

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El cáncer neurológico es un cáncer del cerebro o de la columna. A veces afecta a ambas áreas del cuerpo a la vez. El cáncer de cerebro se produce cuando las células del interior del cerebro se reproducen sin control y forman una masa. Esta masa, también llamada “tumor”, puede ser cancerosa (grado alto, maligna) o no cancerosa (grado bajo, benigna).

Los tumores neurológicos malignos pueden invadir los tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cerebro. Los tumores benignos no se diseminan, pero aun así pueden causar síntomas de cáncer neurológico, especialmente si crecen hasta ser bastante grandes.

Cada año, aproximadamente 18,000 estadounidenses reciben un diagnóstico de cáncer neurológico en el cerebro, la médula espinal y otras partes del sistema nervioso. En los niños, el cáncer de cerebro y columna se presenta con mayor frecuencia antes de los 10 años. En los adultos, generalmente se desarrolla entre los 30 y los 50 años.

Síntomas

Los síntomas del cáncer neurológico varían de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Debilidad
  • Convulsiones
  • Dolor de cabeza
  • Problemas con el habla o la vista
  • Dificultad para caminar
  • Cambios en el estado de alerta, la memoria o la concentración
  • Cambios en la personalidad
  • Náuseas o vómitos

Si usted o un ser querido tienen síntomas de un tumor cerebral, comuníquese con el médico o neurólogo de inmediato. (En una emergencia potencialmente mortal, llame al 911).

Diagnóstico

En Aurora, podemos llegar a un diagnóstico de cáncer neurológico usando herramientas y pruebas por imágenes neurológicas de última generación.

MRI (imágenes por resonancia magnética): La resonancia magnética usa un campo magnético intenso y ondas de radio para proporcionar una imagen clara de los tejidos blandos del cuerpo.

Resonancia magnética 3T: Este examen por resonancia magnética de alta tecnología proporciona exploraciones más detalladas para una mayor precisión en el diagnóstico del cáncer neurológico.

MRI abierta: La resonancia magnética abierta permite que el médico lo trate durante la exploración; por ejemplo, el médico podría realizar una biopsia de tumor neurológico en tiempo real durante la resonancia magnética.

MRI funcional: En términos generales, los neurólogos saben qué áreas del cerebro son responsables del habla, las sensaciones, la memoria y otras funciones, pero la ubicación exacta de estos centros puede variar de una persona a otra. Los tumores cerebrales también pueden cambiar la ubicación de estos centros.

Una resonancia magnética funcional (fMRI) ayuda al neurólogo a mapear con precisión su cerebro, lo cual es fundamental al planificar una cirugía, radioterapia y otros tratamientos intervencionistas.

Tomografía computarizada (TC) de 16 cortes: Una TC de 16 cortes proporciona imágenes transversales del cerebro con una velocidad aún mayor y un detalle más preciso que una tomografía computarizada convencional.

Tomografía por emisión de positrones (TEP)/tomografía computarizada (TC): Estos exámenes le brindan al médico los datos anatómicos producidos por una exploración por TC y la información metabólica de una exploración por TEP. Esto puede ayudar a identificar tumores más pequeños y mostrar la extensión del cáncer de cerebro.

Examen neuropsicológico: Si tiene dificultades cognitivas o un cambio en la capacidad de pensar, el médico puede referirlo para una evaluación neuropsicológica. Estas evaluaciones evalúan la memoria, el aprendizaje, la atención, la concentración, la velocidad de procesamiento, la comprensión verbal, la percepción visual, las funciones motoras y sensoriales básicas, el razonamiento, la resolución de problemas y más.

Opciones de tratamiento

Si recibe un diagnóstico de cáncer neurológico, el médico podría recomendar uno o más de los siguientes tratamientos:

Cirugía: Algunos tipos de cáncer neurológico se pueden extirpar quirúrgicamente, aunque la cirugía a menudo se combina con quimioterapia, radiación o inmunoterapia.

Radioterapia: Radiation oncology works to destroy cancer cells or prevent the cells from growing.

Quimioterapia: Estos fármacos para combatir el cáncer a menudo se usan en combinación con otras terapias, como radioterapia y cirugía.

Autologous stem cell treatment (ASCT): Tratamiento con células madre autólogas (ASCT): Este procedimiento ayuda a reconstruir la médula ósea después de la quimioterapia. Se puede recomendar después de una dosis extremadamente alta de quimioterapia, que puede destruir las células madre sanas (células sanguíneas inmaduras) y las células cancerosas del cerebro. (“Autólogo” significa que las células madre se extraen de su propio cuerpo antes de la quimioterapia/radiación y se devuelven después).

Cancer immunotherapy: Estimular el sistema inmunitario del cuerpo puede ayudar a tratar el cáncer sin dañar el tejido sano. Las vacunas contra el cáncer celular usan sus células para activar el sistema inmunitario de manera que ataque el cáncer y evite que se disemine, y así reducir el riesgo de recurrencia.

Terapia de rehabilitación: Incluye fisioterapia para ayudar a caminar, mantener el equilibrio y desarrollar la fuerza, terapia ocupacional para ayudar con habilidades cotidianas, como vestirse, comer e ir al baño, y terapia del habla para ayudarle a superar las dificultades para hablar y tragar.

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