Esofagogastroduodenoscopía (EGD)

El término médico para una prueba de EGD es una esofagogastroduodenoscopia, también conocida como endoscopia del tracto gastrointestinal superior, que permite a su médico ver el interior del sistema digestivo superior. Las EGD se realizan en una clínica, centro quirúrgico ambulatorio u hospital. Durante el procedimiento de EGD, el médico inserta un endoscopio (un tubo flexible equipado con una cámara pequeña y ligera) por la garganta para ver el interior del esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado.

El médico puede tomar muestras de tejido (biopsia) o realizar tratamientos durante la EGD. La EGD también se puede usar para detener hemorragias, extirpar pequeños crecimientos, reparar áreas estrechas y extirpar objetos extraños. A veces, una prueba de EGD se combina con una ecografía. Se conecta un dispositivo de ecografía al tubo para usar ondas sonoras para tomar imágenes de áreas cercanas que no se verían solo con la EGD.

Qué esperar de una prueba de EGD

Antes del procedimiento de EGD, es posible que le pidan que no coma o que solo beba líquidos transparentes. También es posible que deba evitar ciertos medicamentos. Se lo sedará con un medicamento que se le administrará a través de una aguja en el brazo (por vía intravenosa) antes del procedimiento. El médico puede adormecerle la garganta con gárgaras antes de colocar el endoscopio (tubo) en la boca cuando esté dormido. A veces, el endoscopio debe insertarse a través del recto. A medida que el endoscopio recorre el sistema digestivo superior, el médico observa las imágenes de la cámara en una pantalla.

Recuperación tras el procedimiento de EGD

El procedimiento de EGD dura unos 10 minutos. Se le supervisa durante aproximadamente una hora después. Necesitará que alguien lo lleve a casa después de una prueba de EGD. Es posible que note dolor de garganta durante uno o dos días. Por lo general, puede comer/beber como de costumbre en casa. No podrá trabajar ese día después del procedimiento.